Liderarte me dio la posibilidad abrirme a través del lenguaje, de conectarme a través del diálogo, y de saber escuchar, primero, a sí mismo, para luego poder escuchar a otros, eso me pareció maravilloso.
La temática que aborda el programa resulta adecuada a todas las personas. La diferencia es la disponibilidad a abrirse a través del lenguaje. La incapacidad para desaprender constituye el verdadero enemigo del aprendizaje. Me han permitido algo que normalmente estaba sólo en mi discurso: la priorización. No me resultaba. Hoy, en cambio, a través de modelos como el C-E-L, cuerpo, emoción y lenguaje, es más sencillo resolver las preguntas dónde quiero estar, qué es lo que quiero hacer y qué es lo que me hace feliz.
Es como subirte al coche y dejarte llevar en el camino del aprendizaje.
Doctor en Cs. Biológicas